Redacción.

Dos funerales celebrados en el santuario María Auxiliadora de Sarrià y en la cripta del Tibidabo han dado el último adiós al P. Antonio Madurga, fallecido el lunes 9 de septiembre en Martí Codolar, Barcelona. Ambas celebraciones fueron presididas por el director de la comunidad del Tibidabo, Joan Codina i Giol.

El primer funeral, corpore insepulto, tuvo lugar en Sarrià el miércoles 11 y congregó a un buen número de salesianos de las comunidades de Barcelona y alrededores, así como hermanas salesianas, otras comunidades religiosas y numerosos amigos y admiradores de la bondad y entrega sacerdotal de don Antonio. Estuvo también presente su anciana hermana, religiosa residente en Barcelona.

Al término de la concelebración eucarística se leyó un mensaje del inspector provincial, Fernando Miranda, quien le dedicó estas sentidas palabras: “Antonio aprendió a vivir su vida unido al Señor sobre todo en sus años en el Tibidabo. Ahora ya se ha encontrado con Él para siempre y contempla su rostro como tantas veces le contempló en los momentos de adoración, en la Eucaristía. Que su vida y su recuerdo nos ayuden a crecer como Hijos queridos por Dios, que se saben sostenidos en su amor. Descansa en paz, Antonio”.

Dos días más tarde, la comunidad salesiana y un buen grupo de fieles y amigos pidió al Señor por don Antonio y celebró su entrega generosa en la casa del Tibidabo durante 22 años dedicados en cuerpo y alma a la adoración eucarística y al acompañamiento de tantas personas que confiaron en él.